Galicia
Buscan al músico condenado por fugarse conuna menor
La Audiencia Provincial de Ourense decreta prisión ante el riesgo de que huya
El acusado no aparece ni en Sobrado do Bispo ni en su domicilio de Lugo
Los hechos han confirmado las sospechas de la fiscala, que, por considerar que existía un riesgo de fuga, pidió el ingreso en prisión del músico condenado por abusos sexuales a la menor con la que se había fugado en noviembre del 2001. Y es que David Manuel Yebra Rivera no aparece.
La sección segunda de la Audiencia de Ourense decretó su ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, pero aún no ha sido posible comunicárselo. Ni en Sobrado do Bispo ni en un domicilio de Lugo que figura en las actuaciones. Y su teléfono móvil está apagado o fuera de cobertura. Cabe la posibilidad de que se halle de viaje, o vacaciones, como también es muy posible que no conozca la decisión, pero, por si acaso, la Guardia Civil ya lo está buscando.
Fiscala y perjudicada pedían su ingreso en la cárcel, antes incluso de que el Tribunal Supremo resolviese su recurso contra el fallo de la Audiencia, que le impuso ocho años de prisión por un delito de abuso sexual y un año por inducción a un menor al abandono del domicilio. El defensor creía que no era necesaria la medida, pero la sala resolvió de acuerdo con la acusación.
La gravedad de la pena y las circunstancias del delito lo aconsejan, dice la resolución. «No pueden olvidarse las propias circunstancias del hecho delictivo y así resultó probado que el acusado salió fuera de España y anduvo viajando por Europa, extremo que denota la posibilidad cierta y real de que se sustraiga a la acción de la Justicia», de acuerdo con el razonamiento del tribunal.
Yebra, de 33 años, sin perjuicio de que acabe presentándose voluntario o sea localizado por las fuerzas de seguridad del Estado, ha tenido tiempo para meditar sobre su futuro, desde que, a primeros de mes, tuvo noticia de su condena.
Comparecencia
El pasado 9 de junio acudió a la Audiencia para oír cómo la fiscala y el letrado de la menor iban a pedir su ingreso en prisión. La ausencia de su abogado defensor, que esa jornada tenía un juicio en Cádiz, obligó a aplazar la comparecencia para el martes 15: ese día volvió para asistir, impertérrito, a la solicitud. Ha podido, desde entonces, reflexionar.
La decisión de la Audiencia Provincial de Ourense supone, por otra parte, un cambio más que notable para el implicado, pues en la tramitación del asunto ni siquiera se le había impuesto al acusado la obligación de comparecer cada quince días en el juzgado donde de instruyó el caso. Ahora, sin soluciones intermedias, irá a la cárcel. Sin esperar siquiera a la respuesta del Tribunal Supremo.
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